Aire fresco que me empuja a seguir en el mundo de la educación

Ayer, 14 de diciembre de 2010, a las 10,25 horas me dirigía hacía el despacho de María Odet Moliner García, profesora titular del departamento de Educación de la Universidad Jaume I de Castellón. Me encontraba nerviosa porque era la primera persona que entrevistaria para mi proyecto como becaria. Sin embargo algo dentro de mí (llamémosle intuición femenina o sexto sentido) me decía que iba a ser un buen encuentro. ¡ Y tanto que lo fue!


Al llegar allí me encontré con una persona agradable, risueña y que irradiaba alegría por sus cuatro costados. Más que alegría me transmitía confianza, cosa que venía bien para mis nervios de principiante.


Estuvimos hablando cerca de 1 hora, en la cual tenía constatemente la tentación de soltar mi boli y quedarme escuchando atentamente, con los cuatro sentidos. Pero no lo debía de hacer, era tan interesante  para mi proyecto como para mi formación como docente y persona lo que estaba diciendo que no, no me lo podía perder, tenía que dejar constancia escrita de ello para después refrescarme la memoria y volverme a deleitar de sus propuestas didácticas y de su experiencia.

Nuestra conversación giró en torno al proyecto de Eportfolio que está siendo llevado a cabo por varios docentes de esta universidad como soporte para evaluar a los alumnos por su caràcter recopilatorio. Se empieza así una metodología de estilo constructivista, ya que son los propios alumnos los que hacen la selección del material que quieren que se les evalúe.

Me habló de lo gratificante que le resultó leer los trabajos de sus alumnos del año pasado sorprendiéndose gratamente con casi la totalidad de ellos, incluso llegándose a emocionar con alguno que otro. Valoró como muy positiva su experiencia con esta herramienta y recalcó la implicación de su alumnado, aunque al principio hubieron problemillas en su utilización y estudiantes que les costó entender el funcionamiento de la aplicación.
Pero cuando las cosas cuestan más te involucras en ellas.

En esencia, podríamos decir que el eportfolio representa el aprendizaje significativo del alumno, el cual una vez se ve inmerso en su trabajo puede sentirse motivado a buscar información extra de lo académicamente estipulado y  ampliar así sus conocimientos. Realmente se me estaba presentando una herramienta genial para aprender, y en ese momento empecé a plantearme la cuestión de por qué, al menos en la titulación que yo estoy cursando que es magisterio y se supone que nos dedicaremos al mundo de la enseñanza profesionalmente, los profesores de las diferentes materias no hacen un esfuerzo e introducen esta herramienta como sistema de evaluación. Sé que por una parte supone un esfuerzo añadido para ellos ya que la evaluación no es tanta cuantitativa sino cualitativa, y que esto es una tarea más laboriosa que implica una mayor dedicación, recordando aquí que la mayoría de ellos son asociados y no ven que este esfuerzo les sea recompensado. Por otra parte, tenemos al estudiantado, dentro del cual me situo yo misma, y soy consciente de que de la misma manera que se trata de un tema de acomodación para el docente también lo es para el estudiante. Es decir, si voy a un examen teórico, me lo empollo los días de antes y cuando llega el día lo suelto todo como un papagayo y listo. Mi esfuerzo personal para superar esa asignatura  ha sido de ¿cuánto?  ¿De 4, o a lo sumo 5 días que he estado reclutado en mi habitación estudiando? La consecuencia de esto: pasado un mes ya no me acuerdo de nada.

Con la utilización del eportfolio el profesor hace que el alumno realice un inmersión en su materia y en las relaciones que ésta tiene con las situaciones que se puede encontrar en su vida cotidiana. Además el investigar más allá de lo que se pide en el aula reconforta y forma al alumno, recordando en este punto que siempre retenemos y aprendemos mejor aquello que hacemos por propia iniciativa que aquello que nos han impuesto.

Escuchar a Odet me recordó el porqué de querer ser docente y formarme para ello. Vi en ella a una persona entusiasmada con su profesión y sobre todo comprometida con su labor de formar a futuros educadores implicándose constantemente por la innovación educativa.

Salí de su despacho con la buena sensación de que lo que verdaderamente hace especial mi formarción en la UJI son estos encuentros.